El personal es muy amable, pero el hotel no cuenta con cobijas suficientes, ni con cobertores adecuados, para esta temporada del año por lo que pasamos un frío terrible en la noche, ya que en recepción nos comentaron que no había más cobijas. Iba una persona de la tercera edad y fue la que sufrió las consecuencias.
Por otro lado falta teléfono en la habitación, para solicitar cualquier cosa hay que salir y no es agradable, en la noche se complica aún más.
Falta una cafetera, ya que todo está super lejos para ir por un café , té y en la noche madrugada por el frío o que te sientes mal del estómago.Tienen una máquina de golosinas, ahora una de café-té.