La habitación tenía las paredes sucias, al igual que la lampara de encima de la cama, que se podía limpiar con un trapo, la habitación es muy pequeña, y se oía mucho ruido de la nacional que pasa por ahí, no tenía aire acondicionado y la habitación era un horno. El desayuno consiste en un cafe, un colacao y un croisant o tostada. El personal era bastante amable.
Hay dos aparcamientos uno una explanada al lado del hotel muy oscuro, además es de tierra y hierba. hay otro que bajas una rampa llena de baches, que si tienes un coche bajo ahí lo dejas, y hay en un bajo que parece que está en obras unos tres aparcamientos.