El Hotel es bello, le falta algo de pintura por afuera pero justo está en mantenimiento y eso sería lo único malo, que un día si quisimos dormir de más y como están remodelando hay mucho ruido y las camaristas también platican bastante y se escuchaba en la habitación. Sin embargo eso logra pasar de lado por qué las vistas desde el hotel son bellísimas hacia el mar a la hora del desayuno, puedes caminar desde ahí todo el muelle y al centro, la ubicación es ideal. El desayuno no tan variado, pero creo q es suficiente. El personal muy amable y pendiente de todo, el resto de instalaciónes y salones son preciosos, te mantienen en un ambiente mágico y tranquilo, lo recomiendo bastante.