Hotel práctico, con buena ubicación. El desayuno, normalito. Estuvimos en una habitación con 2 literas, sin ventana, solo un tragaluz que daba contra otra pared. Solicitamos limpieza completa pero solo cambiaron toallas e “hicieron” la cama. La moqueta tenía algunas manchas.
Llegamos sobre las 14:15h, y tal y como marca el check in, hasta las 15h no nos permitieron acceder. En Japón no se estila contentar al huésped con pequeños detalles, lo que marqué la norma es lo que llevan a rajatabla.
En definitiva, esperábamos más del hotel. Creo que es un hotel para familias y grupos