El lugar está casi abandonado, sucio, el restaurante no funciona, solo hay dos personas en el hotel. Muy ineficientes y poco amables.
Las cabañas no tienen agua caliente, tienen un calentador que se conecta en la regadera pero no funciona bien y le salen chispas, tengo un video de eso. Además el hotel se cierra y las cabañas quedan en el estacionamiento por lo que la seguridad no es muy buena, además la zona se siente insegura.
Pedimos de comer en el restaurante, estaba cerrado pero nos hizo algo de comer la recepcionista, comida muy cara y muy mala, prácticamente un recalentado de ravioles congelados con una salsa de lata.
Reservamos dos noches y sólo nos quedamos una por la mala experiencia.
Lo único bueno del hotel es la vista.