El hotel es muy cómodo y limpio. Si se le nota que tiene sus años, pero se mantiene bien.
El personal es muy amable, menos las de la entrada del restaurante Rissoto, que nos hicieron pasar un momento desagrable que honestamente me amargó esa noche de mis vacaciones porque eramos 12 chicas y no se porqué no nos querían dar una mesa para ese número de comensales, a pesar de que teniamos reservación y el restaurante estaba vacío, habían mesas cerca que se podian pegar como en todos los restaurantes del mundo, pero en ese, eso fue un super problema sin sentido, al final solo nos pegaron 2 mesas cuando debieron ser 3 mesas y comimos todas apretadas, por suerte la comida estuvo exquisita y los meseros si fueron amables.
La ubicación es perfecta para desplazarse a las discotecas y áreas turísticas caminando. La playa y sus amenidades son hermosas. La comida del buffet es buena y hay algunas cosas super buenas.
Los elevadores son un poco lentos y hacen unos sonidos raros que dan miedo, pero nunca nos pasó nada, pero es un área de mejora en este hotel.
Yo volvería a este hotel y solicitaría una habitación en la torre nueva.